30 de abril de 2013

Acerca del artículo de la orgía en el arca de Noé

Quizás deba recalcar y reformular el segundo párrafo de mi anterior artículo, en el que decía:

"No me malinterpreten. No digo que haya que aparecer hechos una piltrafa, demonizar los tirantes y las gorras, ni pasar de los concursos para solo publicar reportes de investigación sobre el comportamiento molecular frente a temperaturas del sazerac. Un equilibrio basta. Y no hablo del prioritario cuidado al cliente, que por descontado debería estar más alto en la escala de prioridades diarias de cada bartender, sino en lo que cada bartender además aporta a la comunidad. Porque es de bien nacido ser agradecido y devolver a la comunidad lo que la comunidad nos ha dado para formarnos".

A ver, tal y como digo ahí, no demonizo esas cosas; no me refiero a que los concursos-buenaspecto-tirantes-gorras-chalecos-viajes-y-aeropuertos sean malo. Para nada; Yo mismo he usado y uso esas cosas, como me recordaba un amigo, y no las considero un problema, como escribía más abajo (aunque espero no sean esas aquellas por las que me recuerden, porque ellas no definen mi labor). Sino a que detrás de ese afán promocional no haya más que eso. Hay quienes tienen la oportunidad de hacerse ver mediante sus alumnos, otros de hacerlo mediante su trabajo en los bares, otros mediante la divulgación de información útil de manera honesta y concienzuda… Y es algo necesario para aquellos cuyo proyecto son ellos mismos, como me recordaba el mismo amigo. Y el que alguien (un periodista o un blogger) quiera dedicar unas líneas a tu labor (bien por convicción o bien por encargo de otra persona) está muy bien, pero el morirse de ganas por ocupar un puesto así al punto de uno hacerse sus propias "notas de prensa" de sí mismo y no de su trabajo, solo por aparecer en la foto y sin nada que aportar, es lo que me parece vacío. Y sobretodo peligroso para las generaciones nuevas de bartenders que puedan interpretar que de eso va esto.

Por supuesto, los perfiles de facebook son algo muy personal y en ellos cada uno pone lo que le dé la gana. Por eso no siento la necesidad de decir "¡uy, uy, uuuuuh, fuera de aquí!" Pero sí de decir "qué aburrido".

Cuando uno publica notas así, como la mía anterior, sabe que se expone a que alguno(s) le haga(n) la cruz y se centren en uno u otro renglón que pueda ofenderles especialmente, omitiendo otras cosas también presentes en el texto o incluso el mensaje general. Sí eso sucede, ¡bien!, algo se ha movido.

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